4.2.09

Ayer en una esquina por ahí de las siete de la tarde me iluminó el sol, ¿o fue Dios?, fueron los dos, y me dijeron algo así como que la luz que viene del último rayo de sol, el mas débil, suele ser esperanza no finita y que él mismo, el sol, decide iluminar en medio de la oscuridad, aunque tú y yo no lo creamos, puesto que, así, nunca olvidarás la noche estrellada y fría en la que el sol te regaló la chispa que encendió tu eterno resplandor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

he encontrado en los recuerdos
del pasado un fantasma, pero no como el de Wilde, sino como el de Marx; un fantasma que me impulsa a caminar, a seguir, a luchra. caminando para construir un camino que no existe. Mucho se han quedado atras, otros mas vendrán, pero la ilusion de todos es lo que me lleva por este sendero.

excelente ale,
que chido que te des tiempo para crear reflexion para todos.

L dijo...

El otro dia fui un colibri. Subi, subi y subi. Hasta que me di cuenta que no era colibri sino un simple suspiro que ascendia rapidamente al vacio del desahogo.

Un saludo, pequeña.

-L.

Amalia Z. dijo...

Gracias por pasar a leer y comentar, me gusta mucho como escribes. Sigue así. Saludos!

Anónimo dijo...

los últimos días que he subido al techo de mi casa a platicar con la luna, me di cuenta que muchas de las estrellas que miramos ya están muertas...sólo que la luz tarda mucho en llegar a nosotros.

Saludos