22.3.09

Decirte una cosa:


Comparame con el coche, con los asientos o las luces,
comparame con el freno de mano o con el volante que estorbaba,
pero no me compares contigo ni con lo que fuí.

Comparame con los cojines de piel, con el sillón,
con la mesa o la superficie de vidrio, con el control,
pero no me compares contigo ni con lo que fuí.

Comparame con la cocina, con el pasillo,
con la luz encendida o con la cafetera,
comparame y desgastame en toda su presencia,
pero no me compares contigo ni con lo que fuí.

Comparame toda con tu colchón,
mi pecho con la almohada, mis manos con tu sabana,
que alcabo tenían la misma función.

Comparame con cualquiera de las cosas que nos vieron y recuerdan pero que no quieren más.

Comparame con lo que sea pero no me compares contigo ni con lo que fuí,
quien soy ahora no tiene comparación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta.... asi simplemente... sin palabras

Anónimo dijo...

yo no suelo comparar más que en clases, en el caso de tu escrito, suelo llamar las cosas con otro nombre porque dejan ser lo que eran.

aunque alguna vez comparé a una mujer con el claro de luna de beethoven.

Saludos

L dijo...

Comparar el vacio con una banqueta abandonada.

A veces quisiera ser charco de otra banqueta...

-L.

Fernando dijo...

mi favorito :)